:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/bloomberglinea/GZJDPNCZSJE3NI5FI6FAIFRNDY.jpg "El presidente de Argentina, Alberto Fernández, habla el 20 de septiembre de 2021 en Buenos Aires, Argentina. Fotógrafo: Pool/Getty Images South America.")
Bloomberg — En un guiño diplomático a Argentina, los líderes de la Cumbre del G-20 en Roma planean pedir a sus jefes de finanzas que examinen la política de sobretasas que aplica el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Un borrador del comunicado del G-20 menciona que “nuestros ministros de finanzas esperan una mayor discusión de la política de sobretasa en el Directorio del FMI en el contexto de la revisión intermedia de los saldos precautorios”. Dos funcionarios argentinos confirmaron que la declaración se incluirá probablemente en el comunicado final que se publicará el domingo.
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El FMI cobra a los países una tasa de 200 puntos básicos, o 2 puntos porcentuales, sobre los préstamos pendientes de pago que superen el 187,5% de la cuota de un país, aumentando a 300 puntos básicos si un crédito sigue superando ese porcentaje después de tres años.
Argentina, el mayor deudor del FMI, ha propuesto que los países queden exentos de pagar sobretasas en medio de la carga financiera y económica de la pandemia. Las conversaciones sobre un nuevo programa del FMI se han estancado antes de las elecciones intermedias de Argentina del 14 de noviembre.
El ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, ha fijado su estrategia de negociación sobre la deuda récord de US$46.000 millones con el FMI en conseguir que la institución rebaje los recargos. El presidente Alberto Fernández dijo en un tuit que tuvo una “buena” reunión el sábado con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.
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“Se está negociando un acuerdo que permita a Argentina pagar la deuda heredada de la administración anterior”, según un comunicado del Gobierno argentino. “En los próximos días habrá reuniones técnicas con el personal para continuar el proceso”.
Un intento de obtener un alivio temporal para el país ya fue rechazado a principios de este año, por lo que, aunque este gesto del G-20 es prometedor, aún no está nada claro si el directorio del FMI aceptará finalmente una exención. Los recargos son una parte importante en los ingresos del fondo.
